Son muchos los aspectos en los que hay que educar a los niños pequeños durante sus primeros años de vida, pues estos influirán en el desarrollo de hábitos, comportamientos… que forjarán su personalidad con el paso del tiempo. Uno de los aspectos importantes es la salud y, más concretamente, la salud dental, pues llevar a cabo una correcta higiene dental en la infancia hará que la mantenga durante toda su vida.
Muchas personas son más propensas a desarrollar problemas dentales que otras, por ejemplo las caries, y pueden llegar a transmitirles tal predisposición a sus descendientes. Por ello, es fundamental que padres e hijos visiten regularmente al dentista para revisar el estado de sus encías y someterse a algún tratamiento si lo necesitan. Entre los problemas más habituales destacan las referidas caries, producidas por daños en la superficie del diente a causa del consumo habitual de bebidas o alimentos azucarados y de la acción de bacterias que dañan el esmalte dental como consecuencia de la falta de limpieza. Desde Gessal, y gracias a nuestra experiencia en clínicas dentales, recomendamos no compartir nunca cepillos o vasos para evitar la transmisión de estos y otros agentes nocivos.
Hábitos saludables
Son varias las prácticas que hay que enseñar al niño para que mantenga una higiene dental correcta. Entre otras, destacamos las siguientes:
– Cepillarse los dientes, al menos, dos veces al día, sobre todo, después de cada comida para eliminar restos de alimentos que pueden provocar la aparición de bacterias agresoras.
– La duración del cepillado más recomendada es de dos minutos, de hecho, hay algunos cepillos eléctricos que pueden programarse para que se desactiven pasado ese periodo de tiempo. En los niños, sobre todo, es esencial enseñarles a practicar una limpieza meticulosa y pausada.
– El flúor puede ayudar a proteger los dientes, por ello, es recomendable que la familia utilice un dentífrico rico en esta materia, sobre todo, si hay niños pequeños en casa. Algunos de nuestros dentistas aplican flúor a los dientes de los pequeños como extra para su seguridad. En otros casos, pueden aplicarse selladores para reforzar la superficie del diente y suavizar las hendiduras que presentan y donde se acumula frecuentemente la suciedad que provoca la aparición de caries.
– En cuanto el niño pueda utilizar el hilo dental hay que enseñar a utilizarlo, sobre todo, para limpiar convenientemente el espacio que existe entre los dientes, especialmente los de la parte trasera (molares) que son a los que menos atención se le suele prestar a la hora de la limpieza. Su uso recomendado es una o dos veces al día.
– Alimentación saludable: hay que enseñar al niño a consumir de forma responsable chucherías y bebidas azucaradas, pues las bacterias se sirven del azúcar para producir los ácidos que perjudican el esmalte dental.
– Por último, pero no menos importante, hay que educar al niño a que no sientan miedo de acudir al dentista, sino que se convierta en una rutina habitual una o dos veces al año. En este sentido, es bueno contar con dentistas de confianza que conozca la historia clínica de nuestro hijo para que a lo largo del tiempo sepa qué tipo de tratamiento o actuación es el más adecuado para él.
Recuerda que hasta el 31 de octubre, en varias de nuestras clínicas dentales, aparte de realizar una revisión dental gratuita a ti y a un menor que te acompañe, le enseñamos algunas claves para mantener una higiene dental adecuada sin ningún tipo de coste. ¡Infórmate aquí!