Estamos en plena primavera, una época difícil para todos aquellos alérgicos que, año tras año, sufren las consecuencias de la llegada de esta estación. Muchos desconocen que esta patología también tiene consecuencias en la salud bucodental, por ello, desde Gessal, tu red de clínicas dentales en Sevilla y Huelva, queremos ofrecer hoy varios consejos para reducir este impacto y proteger tu boca
Dolor y molestias
Son los síntomas más frecuentes y son consecuencia de que todos los huecos de la cabeza se llenen de moco (al tratar el sistema inmunológico de combatir el polvo o el polen), sobre todo, los senos maxilares, la cavidad más grande, lo que provoca que éstos ejerzan presión sobre los dientes molares superiores empujando sus raíces. Por este motivo, es frecuente que puedas sentir dolor o mayor sensibilidad al calor y frío.
Una de las mejores soluciones es probar a tomar antihistamínicos para hacer remitir el dolor, pero si no es así, lo más recomendable es acudir a tu dentista de confianza ya que el dolor puede ser producido por caries u otro problema de salud dental. Si te gusta en esta época del año practicar excursiones y el contacto con la naturaleza, no olvides ir bien equipado.
Sequedad bucal
Las alergias producen, con mucha frecuencia, sequedad bucal por dos causas: por un lado, el hecho de tener que respirar por la boca al tener la nariz taponada, lo que contribuye a ello a secar la boca; y por otro, muchos medicamentos suelen provocar este fenómeno como uno de sus efectos secundarios. Sea cual fuere el motivo, lo importante es que la ausencia de saliva puede provocar el desarrollo de caries o mal aliento, entre otros, ya que una de sus funciones es la de eliminar bacterias nocivas.
Dolor en la garganta
El goteo nasal posterior, producido por las alergias, puede llegar a irritar la garganta hasta tal punto de original dolor, algo que a su vez puede derivar en la aparición de mal aliento. Al tratarse de un fenómeno producido en la garganta, un cepillado de dientes no será efectivo.
Consejos a seguir
Es muy recomendable mantenerse bien hidratado para expulsar del cuerpo el exceso de moco. Muy especialmente, en el caso de la boca para contrarrestar los efectos de la sequedad bucal. Además, también es muy aconsejable realizar gárgaras con agua tibia salada, lo que ayudará a eliminar el moco depositado en los senos y muchas de las bacterias perjudiciales de la boca y garganta, reduciendo de esta manera la placa y el mal aliento.
Paralelamente, no podemos reducir el uso del cepillo y del hilo dental, al contrario, hay que esmerarse más si cabe en limpiarse los dientes dos veces al día, al menos, y utilizar el hilo dental a diario. ¡No olvides acudir a alguna de nuestras clínicas dentales si sientes alguna molestia o aprecias alguna anomalía. Tu dentista te ayudará a descubrir si ello es consecuencia de la alergia o tiene otra causa relacionada con tu salud dental. Asimismo, nuestros profesionales podrán aconsejarte sobre tratamientos, medicamentos o vacunas para la alergia y explicarte sus posibles consecuencias para tus dientes.