Si bien las fundas nórdicas son una excelente opción para mantenernos calientes durante el invierno, con la llegada del buen tiempo pueden resultar un poco pesadas para utilizar. Por eso, es importante saber cómo almacenarlas adecuadamente para que se mantengan en buen estado hasta la llegada del invierno.
Lávalas antes de almacenarlas
Antes de guardar tus fundas nórdicas, asegúrate de lavarlas según las instrucciones del fabricante. De esta manera, eliminarás la suciedad y los ácaros que puedan haber acumulado durante el invierno y evitarás que los olores se quedan impregnados en la tela.
Además de lavar las fundas nórdicas, es importante que las seques completamente antes de almacenarlas. La humedad puede favorecer el crecimiento de moho y hongos, lo que puede dañar las fundas nórdicas y afectar su calidad. Por lo tanto, asegúrate de que las fundas nórdicas estén completamente secas antes de guardarlas.
Almacenarlas en bolsas al vacío
Las bolsas al vacío son una excelente opción para almacenar tus fundas nórdicas, ya que te permiten reducir su tamaño y ocupar menos espacio en el armario o trastero. Además, las mantienen libres de polvo, humedad y olores. Asegúrate de cerrar bien la bolsa y etiquetarla con el tamaño y el color de la funda para que sea más fácil encontrarla cuando la necesites.
Es importante destacar que al almacenar las fundas nórdicas en bolsas al vacío, debes tener en cuenta el tipo de tejido del que están hechas. Algunos materiales como la seda o el satén pueden dañarse con la presión y el calor del sellado al vacío. En estos casos, lo mejor es optar por una bolsa de almacenamiento transpirable que permita la circulación de aire. De esta manera, evitarás que las fundas nórdicas se dañen y mantendrás su calidad por más tiempo.
Guárdalas en un lugar fresco y seco
Es importante que el lugar donde almacenes tus fundas nórdicas sea fresco y seco para evitar que la humedad y el calor las dañen. El armario o el trastero son opciones ideales, pero asegúrate de que estén limpios y libres de humedad antes de guardarlas.
Si el lugar donde vives es especialmente húmedo, es recomendable utilizar deshumidificadores para mantener un ambiente seco. También puedes colocar bolsas de sílice o paquetes de gel de sílice dentro de las bolsas de almacenamiento para absorber la humedad y prevenir la formación de moho. Recuerda revisar tus fundas nórdicas de vez en cuando para asegurarte de que están en buen estado y tomar medidas si detectas signos de humedad o moho.
No las almacenes cerca de productos químicos
Evita almacenar tus fundas nórdicas cerca de productos químicos como la lejía, los limpiadores de alfombras o los ambientadores. Estos productos pueden desprender gases que dañen la tela y los rellenos de la funda nórdica.
Además, si tus fundas nórdicas tienen algún tipo de estampado o bordado, es importante que no las almacenes cerca de la luz solar directa. La exposición prolongada al sol puede hacer que los colores se desvanezcan y que la tela se debilite. Si es necesario, utiliza cortinas o persianas para proteger tus fundas nórdicas de la luz solar.