Afortunadamente son muchos los padres que se preocupan por la salud dental de sus hijos, procurando que mantengan unos hábitos correctos de higiene a lo largo del día, pero ¿es posible llevar a la práctica esa rutina en el colegio? No podemos olvidar que tanto en el colegio como en otras actividades como la academia de inglés, prácticas deportivas o musicales los niños se encuentran fuera de casa, por lo que parece complicado que puedan lavarse los dientes con la frecuencia que deberían hacerlo (tras el desayuno, almuerzo…).
Según estudios recientes, en los últimos años ha incrementado el número de caries en los llamados ‘dientes de leche’, sobre todo, en la edad comprendida entre los 3 y los 5 años. Ello se debe, por un lado, a la falta de una rutina habitual de cepillado tras las comidas, y por otro, por el consumo de bollería industrial (rica en azúcar) de manera excesiva frente a alimentos como frutas, lácteos o zumos naturales sin azúcar o agua..
Lo primero que hay que tener en cuenta es que la responsabilidad de que los niños tengan (y practiquen) unos hábitos correctos la tienen los padres, pues es en casa donde deben adquirir una rutina adecuada y donde deben aprender la importancia que tiene cuidar los dientes. No obstante, en la escuela se puede (y debe) incentivar esta enseñanza con actividades didácticas, sobre todo, si el centro educativo presta servicio de comedor. En resumen, todos los actores (padres, profesores y monitores) son clave y deben implicarse en la medida de sus posibilidades, pues de nada sirve aleccionar a los niños con consejos si luego en casa no se llevan a cabo.
Precisamente, son los monitores de comedor los primeros que deben transmitir a los niños la importancia de cepillarse los dientes tras terminar de comer, al igual que inciden con la limpieza de manos antes de sentarse a la mesa.
El papel de los profesores también resulta fundamental pues en la clase pueden organizar actividades para promover el cuidado bucodental como, por ejemplo, invitar a un profesional (dentista o higienista dental) para que ofrezca una pequeña charla a los alumnos. Otras iniciativas pueden ser programar ‘desayunos sanos’ (sin la presencia de bollería industrial) o fomentar lugares donde los estudiantes puedan guardar su kit dental básico (formado por pasta dentífrica, cepillo y un vaso). En este sentido, es muy positivo animar al niño a que él sea quien elija a su gusto su propio cepillo y pasta dental, igual que selecciona su mochila o cuaderno.
Estas mismas iniciativas se pueden llevar a cabo en otros ámbitos educativos como las academias o conservatorios. Para ello, no olvides recordar a tu hijo que incluya en su mochila un pequeño kit dental ‘transportable’.
Consejos saludables
Es muy aconsejable que regularmente, al menos una vez durante el curso, un dentista o un higienista, tal y como hemos ya mencionado, visiten los colegios para impartir charlas que ayuden a conocer mejor la boca y la importancia de cuidarla (lo que significan las caries, la función de los dientes…), así como a desmitificar la figura del dentista para que los niños pierdan el miedo a acudir a su consulta.