Así es el desarrollo dental de los niños
¿Quién no ha vivido la experiencia de tener cerca un niño de corta edad que está inquieto (y molesto) llorando porque le están saliendo sus dientes de leche? Si acabas de ser padre o madre y sientes curiosidad por conocer cómo es el desarrollo dental de los más pequeños, desde Gessal Clínicas hemos preparado este artículo con la ayuda de Academia Andújar con algunas claves de este crecimiento.
Es muy frecuente que los papás primerizos estén muy preocupados en llevar a sus hijos en las fechas establecidas, pero pocos son los que se interesan por saber cuándo tienen que llevarlos al dentista por primera vez. Hay que saber que desde el nacimiento hasta los 12 años los dientes de leche pueden ser reemplazados por los definitivos. Este hecho les llegará antes a algunos y más tarde a otros. Por su parte, las muelas del juicio no comenzarán a aparecer hasta pasados los 17 años, aunque hay casos en los que su crecimiento se retrasa varios lustros.
El desarrollo dental paso a paso
Cuando el recién nacido alcanza los 25 primeros días de edad, es el momento en el que comienza a formarse la estructura de su dentadura. Hay que decir que este cálculo es aproximado, por lo que si en tu hijo aún no ha ocurrido no debes asustarte. Lógicamente, si pasan los días y no se aprecia ningún avance, es el momento de acudir a un especialista. No obstante, siempre es bueno visitar a algún dentista de confianza para que confirme que todo transcurre con total normalidad.
Los primeros dientes no asomarán hasta los seis u ocho meses, periodo en el que aparecen los incisivos centrales (más conocido como “paletas”) inferiores. Un poco más tarde, o incluso a los nueve meses, llegarán los incisivos centrales superiores. El desarrollo habitual continúa con el crecimiento de los incisivos laterales superiores, primero (entre el mes ocho y diez) y los inferiores (en torno al año de edad). Los últimos dientes que crecerán en el niño serán los caninos, que no alcanzarán su pleno desarrollo hasta los dos años y los últimos molares, cuya plenitud llegará a los dos años y medio.
Durante este largo periodo que recibe el nombre de dentición, es normal que el niño sufra una serie de molestias a causa del dolor que puede llegar a producir este proceso. Entre algunos de estos trastornos leves destacan la inflamación de las encías; la falta de apetito, fiebre leve, abundante salivación, diarrea y, por supuesto, un llanto interminable. Si el niño se encuentra en esta etapa, es conveniente advertirlo en la guardería, centro educativo o academia de estudios en el que se encuentre inscrito, para que los profesionales de ellos no crean que el pequeño padece alguna dolencia mayor. En el caso de que estas molestias vayan a más, sí hay que requerir los servicios de algún dentista profesional.
Dos momentos cruciales
El crecimiento de los dientes de leche es un momento crucial porque ellos van a ser los “guías” de los dientes definitivos, por ello hay que prestarle atención y acudir a una clínica dental para que supervisen que este proceso discurre por los cauces normales. Además, de controlar el crecimiento de las piezas dentales, nuestro dentista de confianza también ofrecerá consejos a los papás para que realicen una correcta limpieza de la boca del niño.
Otra etapa importante es la de la caída de los dientes de leche, algo que suele ocurrir entre los cinco y los siete años. Se trata de un proceso largo que puede adelantarse o retrasarse en algunos niños. Esto ocurre cuando la pieza definitiva empuja desde la raíz al diente de leche. Por eso, se recomienda que se extraiga anticipadamente, sino que se espere a que sea el propio diente el que se caiga solo, aunque el niño sienta algunas pequeñas molestias en esos días que dura el proceso.
Si todo va según lo previsto, el desarrollo dental de los niños llegará a su fin cuando el niño cumpla entre los 10 y los 13 años de edad. En ese momento, si se aprecia que algo no marcha bien, se puede acudir a algún especialista para que le coloque algún correctivo que devuelva el esplendor a su sonrisa.