Con la llegada del nuevo año, muchas personas se plantean nuevos propósitos relacionados con la salud como la adquisición de una nueva rutina deportiva o de abandono de algunas costumbres poco saludables como fumar o consumir alcohol en exceso.
Son muchos estudios los que defienden que los hábitos más importantes hay que aprenderlos a muy temprana edad con el fin de que se mantengan durante toda la vida. Precisamente, unos de los principales son los relacionados con la salud bucodental, los cuales deben ser introducidos poco a poco durante la infancia. Para hacer esta tarea más fácil a los padres desde Gessal Clínicas hemos elaborado esta pequeña guía.
La caries infantil: cuando aparecen los primeros dientes, entre los 5 y los 8 meses de vida, es una etapa de riesgo alto pues pueden aparecer las primeras caries si se adoptan prácticas como mojar el chupete en azúcar o dejar al pequeño dormido con el biberón en la boca. Para evitar esta caries infantil, lo más recomendable es llevar a cabo una dieta saludable donde la presencia de la bollería industrial sea muy reducida. No es bueno abusar de la comida italiana (con moderación es incluso recomendable), así como de hamburguesas y derivados. En estos primeros meses, la limpieza de las encías debe hacerse por medio de un paño húmedo.
Uso del cepillo: desde muy temprana edad, en torno al año, los niños se tienen que familiarizar con el uso del cepillo dental y adquirir una rutina de cepillado no menor a 3 veces al día. Para ello, no hay nada mejor que ir enseñándoles poco a poco esta práctica por medio de los cepillos especiales para niños, diseñados especialmente para ellos con unas cerdas muy suaves. En un primer momento, deben ser los padres los que los utilicen para limpiarles la dentadura a sus hijos hasta que estos vayan haciéndolo de manera autónoma. Como en otras cuestiones, el papel de los progenitores es fundamental.
Autonomía total: se estima que a partir de los 5 años los niños pueden cuidar su salud dental de manera casi autónoma. No obstante, es conveniente vigilar una vez al día si se han cepillado correctamente o en caso contrario, si no resultara posible, encargar este cometido a los profesionales que pudieran tener contacto durante el niño a lo largo del día como profesores, monitores de la ludoteca a donde acuda, cuidadores, etc.
Cepillado correcto: en este caso lo importante no es tanto la calidad como la cantidad, pues es importante incidirle a los pequeños la importancia de cepillarse 3 veces al día, insistiendo en limpiar la zona interior de los dientes y otros lugares como la encía o la lengua. El uso del hilo dental puede ser introducido ocasionalmente.
Empleo de selladores: se conoce por este nombre una fina capa (fabricada en material dental) que se coloca sobre los dientes molares para evitar el ataque ácido de la placa que provoca la caries y, por tanto, la aparición de la caries. Es muy recomendable llevarlo a cabo cada 6 meses aproximadamente en la clínica dental de confianza.
Fluorización: es otra técnica muy positiva que sirve para reforzar el esmalte para fortalecerlo y hacerlo menos permeable al ataque de las bacterias de la placa. Se recomienda emplear flúor a todas las edades.
Problemas en las encías: también a edades tempranas pueden aparecer problemas relacionados con las encías. Generalmente estos daños se generan por causa de la placa bacteriana, ya que si no se elimina provoca la inflamación de las encías.
Revisiones: por regla general, se recomienda que el niño acuda a revisión una vez al año, aunque si es especialmente sensible o tiene algún problema concreto, tendrá que hacerlo más a menudo.